Pasapalabra es, desde hace años, uno de los concursos más importantes de la televisión en abierto. No en vano durante años estuvo triunfando en Telecinco conquistando la última parte de la tarde. Una sentencia del Tribunal Supremo obligó hace varios meses a la principal cadena de Mediaset a dejar de emitir este formato que por aquel entonces presentaba Christian Gálvez. Fue entonces cuando Antena 3 apostó por su compra y fue una decisión más que acertada. No en vano tener tanto ese programa como El Hormiguero ha hecho que las noticias de Vicente Vallés que se emiten antes y después de estos programas de tanto éxito sean lo más visto del día.

Telecinco intentó por todos los medios evitar la fuga de los espectadores que habitualmente consumen este tipo de concursos. Pero no lo consiguió. Recuperó formatos como el Precio Justo o Alta Tensión que en su día habían tenido mucho éxito en la cadena de Mediaset y en Cuatro pero que tuvieron que pasar a mejor vida en otros canales al no conseguir el éxito que se esperaba de ellos.

Pablo Motos recibió en El Hormiguero a Orestes y Rafa como invitados especiales. En el momento de la charla, el presentador se interesó por saber más acerca de sus métodos de estudio, cuyas respuestas dejaron atónitos tanto al mismo Motos como a la audiencia. Comenzó respondiendo Rafa, que confesó haber puesto más empeño en el estudio al entrar, cuando Orestes llevaba un rodaje previo: “Eché bastantes horas entre estudiar y ver roscos antiguos. Unas doce o catorce horas y sin fines de semana”. El concursante aun así expresó que todo es cuestión de los ritmos de la cabeza y que hay días “que no estudiaba o que estudiaba poco”. Para él la clave no está en saberse las palabras, sino en acordarse cuando le preguntan: “Ahora estudio menos, dos o tres, con una aplicación del móvil”.

Por su parte, Orestes mantiene sus propias estrategias: “Cuanto más construyes más ensamblaje tienes para que los nuevos conocimientos se vayan acoplando, no es como partir de cero. Si además tienes sentido del humor se te ocurren más reglas nemotécnicas para poder asimilarlas”. El concursante considera clave tener una buena base para saber enfrentarse a la dinámica del juego y “estar muchos años con el sexto sentido de la dinámica del juego intentando interiorizar las cosas”. Al igual que su compañero Rafa, sus ritmos de estudio han disminuido: “Ya tengo tanto acumulado que lo que hago sobre todo es ir repasando para que no se oxide e ir sumando nuevas cosas que vas encontrando en la vida”.

¿Y Rafa? Rafa es un sevillano de 32 años con una licenciatura en Periodismo. Tiene una librería en la capital hispalense, la cual abrió sus puertas hace cinco años y consiguió abrir gracias a sus numerosas participaciones en diversos programas de la televisión.

No es la primera vez que Rafa pisa un concurso. Ya hace 13 años que el concursante fue a la televisión andaluza para participar en "Adivina quién es quién", lo que le abrió las puertas de "Saber y ganar" y a su vez, las de Pasapalabra. El concursante tiene como aficiones la lectura y la música, y no se le conoce pareja, aunque ha confesado en más de una ocasión que tiene un gran amor en su vida: el Betis.

Además Rafa se ha convertido en todo un "conquistador" del programa, tal y cómo manifiestan muchos espectadores a través de las redes sociales.