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'El Eternauta', un clásico que resiste en plena era Milei

Ricardo Darín protagoniza 'El Eternauta' en Netflix.

Ricardo Darín protagoniza 'El Eternauta' en Netflix. / Información

José Antonio Martínez Perallón

La misma semana en la que toda España se quedó a oscuras como consecuencia de un apagón, Netflix ha estrenado su versión a la Argentina de una serie apocalíptica, 'El Eternauta'. También el estreno ha coincidido con la llegada a HBO, ahora llamada simplemente Max, de la segunda temporada de una de sus series más esperadas como es 'The Last of Us'. La producción argentina es la respuesta a la llegada del gigantesco blockbuster norteamericano y es la adaptación de una de las novelas gráficas más aclamadas de ese país. Si 'Cien años de soledad' es la novela; 'El Eternauta' es el cómic. No tengo ninguna duda de que ya tendríamos una adaptación de esta obra si se hubiera editado originariamente en Estados Unidos. A pesar de que la obra original se publicó a finales de los años 50 y sea un título de culto, hasta ahora no había sido llevado a la pantalla. Ha habido intentos, pero todos fallidos. Netflix aceptó el reto de llevar el proyecto adelante, del mismo modo que anteriormente se ha encargado de otras obras catalogadas con la etiqueta de inadaptables.

'El Eternauta' se convirtió en un símbolo de la lucha contra la opresión, personificada en una invasión alienígena. Lo que le ocurrió a su autor, Héctor Germán Oesterheld, hizo crecer aún más su mito, ya que el guionista fue uno de los desaparecidos de la dictadura argentina durante los años 70. Previamente, las Fuerzas Armadas ya habían secuestrado y asesinado a sus cuatro hijas, dos de ellas embarazadas, así como a tres de sus yernos. La segunda parte se escribió con Oesterheld en la clandestinidad, ocultándose del régimen. La llegada de la adaptación de 'El Eternauta' con Javier Milei en la presidencia argentina y el auge de formaciones políticas en el mundo que abogan por el individualismo y las políticas neoliberales dan un gran significado a este estreno.

La trama arranca con un monumental apagón que deja a oscuras a la ciudad de Buenos Aires. Como sus protagonistas, ignoramos qué es lo que está pasando y por qué. No hay posibilidad de saberlo porque las comunicaciones también han caído. Una intensa nevada tiñe de blanco las calles de la capital, aunque también de muerte. Todo aquel que entra en contacto con ella cae fulminado. Con este arranque, está claro que el mundo tal y como lo conocían sus protagonistas ya se ha acabado. La cuestión está en cómo van a afrontar esta amenaza. Detrás de todo lo que está ocurriendo no hay un fenómeno natural. Nos encontramos ante una invasión extraterrestre.

Ricardo Darín, una de las grandes estrellas del cine argentino, interpreta al protagonista Juan Salvo, un exmilitar a través del que vemos cómo se desarrolla la invasión. Salvo no es un héroe solitario, sino el representante de una resistencia colectiva frente al invasor. Como decían en 'La bola de cristal', “solo no puedo, con amigos sí”. La magnitud de la amenaza es tal que el individuo no se puede salvar solo. El mensaje de la obra es que solo la solidaridad y la lucha colectiva se podrá plantar cara a los nuevos retos. Toda una declaración de principios para unos tiempos muy convulsos, de alta crispación y donde abundan los mensajes del “sálvese quien pueda” o “América primero”. Este mensaje puede apreciarse por ejemplo en el hecho de que Darín no sea el protagonista absoluto, sino uno más del grupo, a través de cuyos ojos vemos avanzar la mayor parte de la historia. Buena parte de ese grupo está formado por personas corrientes, algunas de ellas que parecían haber fracasado en sus vidas personales, y ahora tienen una segunda oportunidad en el nuevo escenario para demostrar su valía. Los que intentan ir por su cuenta, no acaban bien.

Aunque la serie es fiel al espíritu de la obra original, se toma sus propias libertades creativas. Una de ellas es obvia, la de optar por ambientarla en nuestra actualidad, ya que no tendría mucho sentido que transcurriera en la época en la que fue escrita. A pesar del tiempo transcurrido vemos que el mensaje mantiene toda su vigencia, aunque la carga política esté un poco más suavizada. El formato serie le ha venido como anillo al dedo, porque la obra original se publicó de manera serializada en la revista 'Hora Zero', donde cada entrega nos ampliaba con nuevas sorpresas este universo de ficción.

El final nos ha dejado claro que tendremos segunda temporada, aunque no sabemos cuándo llegará. Apostaría a que Netflix pisará el acelerador, puesto que no ha tardado en convertirse en una de las series más vistas de la plataforma. A los que se sorprendieron cuando vieron que detrás de todo había una invasión extraterrestre, les esperan nuevas revelaciones, porque en este final de temporada ya nos han dejado caer que tendremos viajes en el tiempo y multiversos.

Netflix se reafirma de esta manera en su estrategia de buscar alternativas frente a los grandes del cómic estadounidense, como Marvel o DC cuyos derechos están en manos de la competencia. Dentro de esta estrategia, esta misma semana, Netflix prueba suerte con otro gigante del cómic como es Astérix, el irreductible galo nacido de la pluma de Goscinny y Uderzo, con una versión animada en 3D de El combate de los jefes. Todo apunta a que podríamos ver otros volúmenes más adaptados.

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