Tras más de dos décadas dedicándose, sobre todo, a la escritura, en particular de guiones para televisión, Verónica Fernández (Vinuesa, 1971) se pasó al lado ejecutivo en 2019 y desde febrero del año siguiente empezó a trabajar como directora de ficción de Netflix en España. O, en otras palabras, a decidir qué series españolas podemos encontrar en el menú después del 'tu-dum'. Hablamos con ella durante la inauguración de la ampliación del centro de producción y posproducción de la plataforma en Tres Cantos, con la que de cinco platós se salta a diez y se incorporan pioneras instalaciones de postproducción. 

¿Orgullosa de la ampliación de este 'hub' audiovisual?

Sí, porque no son solo unos platós. Es una inversión que se hace en España, es un futuro que viene… Yo estoy en el equipo de contenidos y lo que tengo que buscar es historias que vayan a estar aquí. Antes podía pensar: "Igual no encuentro platós, igual no encuentro técnicos". Tal y como está la industria, ahora es importante guardarse un espacio. Es importante pensar que las historias que desarrollamos se podrán hacer. Y además en las mejores condiciones. 

Se habla mucho del carácter pionero de las nuevas salas de posproducción [con el primer sistema de edición remoto en España o el primer laboratorio de posproducción en la nube de Netflix a nivel global].

Eso es un sueño. Aquí siempre hemos tenido la sensación de ir por detrás. Pensábamos en Hollywood, o en otros sitios de Europa, y nos veíamos a años luz en todo. Ahora podemos estar en la vanguardia de lo que se está haciendo a muchos niveles. Yo no soy técnica, pero cuando me lo cuentan, todo se resume en dar más facilidades y calidad técnica a los procesos.

Usted ha estado presente, de un modo u otro, en la evolución reciente de la ficción nacional de Netflix. 

Primero vendí una serie a la plataforma, 'Hache' [quinta serie original de Netflix en España], y trabajé con ellos desde fuera. Cuando me ofrecieron entrar como ejecutiva, dije que sí a pesar de ser un salto extraño en mi carrera. En estos tres años, pandemia incluida, lo que he vivido ha sido una maduración de lo que se quería hacer en España.

Ante todo, es guionista, una escritora. No es el 'background' más común entre quienes ocupan puestos similares al suyo.

Yo soy una rara avis en Netflix. Fue una apuesta de Diego Ávalos [vicepresidente de Contenidos de Netflix en España]. Y le dije "no" muchas veces. Pero me dijo una frase que me creí y que ahora estoy viviendo: "Como creadora, puedes escribir un equis número de series, no muy elevado, pero como ejecutiva puedes impactar en la industria que te ha visto crecer de otra manera". Es una forma de devolver lo que he recibido como guionista. O de ver si no hacía lo que he criticado en otros ejecutivos y sabía acercarme a los creadores.

Una vez se convierte en directora, ¿qué se propone cambiar en los planteamientos de producción local?

En Netflix queremos tener un contenido muy diverso. Nuestra vocación es 'mainstream'. Y queremos que cuando entres en la plataforma, no lo veas todo, sino que encuentres algo que ver. Que nuestra audiencia no se sienta defraudada por estar pagando un dinero y que nunca haya nada que les guste. Yo no cambio esta filosofía, al revés. Me encanta esa filosofía y lo que quiero es buscar series diversas. Conseguir una representación real en la pantalla de lo que pasa en la calle, de lo que vive el país. Al principio, cuando entré, me dije: "Vamos a salir de la oficina. Vamos a tener reuniones con creadores en Galicia y en Sevilla". Esa también es una manera de conseguir diversidad. Netflix no llegaba a Madrid, llegaba a España.

A finales de octubre, 'The New York Times' publicaba un interesante artículo sobre el mucho tiempo que debió pasar para que HBO hiciera series sobre mujeres. En las series de Netflix ha habido protagonismo femenino desde el principio. Y a partir del top 10 español se diría que la plataforma tiene aquí muchas espectadoras.

Para nosotros es una audiencia muy querida. Pero también sorprendería a muchos la clase de títulos que gustan a las mujeres. No les atraen solo las comedias románticas o cosas así. La mayoría de 'thrillers' tienen una audiencia mayoritariamente femenina. Eso quiere decir que hay espectadoras curiosas, que no se quieren encasillar en un solo género y buscan también otros tradicionalmente no tan femeninos. 

¿Es cierto que en Netflix, el protagonismo femenino no se da solo en las series, sino en la propia compañía? 

Defendemos unos valores que deberían ser los de todo el mundo. En datos, creo que somos más mujeres en Netflix. [Es así: en su último informe anual de evaluación de su desempeño ambiental, social y de gobierno, las mujeres representaban el 51,7% de su fuerza laboral global, comparado con el 48,7% en 2020]. Además, la empresa da muchas facilidades en cuanto a permisos de maternidad o de paternidad. Tiene esa sensibilidad. 

A las mujeres no les atraen solo las comedias románticas; la mayoría de 'thrillers' tienen una audiencia mayoritariamente femenina

¿Ser directora de ficción le ha permitido dar luz verde a proyectos propios especialmente ambiciosos a nivel temático? Pienso en algo como 'Intimidad'.

'Intimidad' tiene una historia rara. Fue lo último que yo escribí antes de ser ejecutiva. Yo tenía un contrato con Netflix para dar contenidos en exclusividad. 'Intimidad' me pilla justo en el cambio. Escribí la primera biblia de la serie y el piloto y, cuando salté a ejecutiva, me di cuenta de que no la podía hacer. Encontré a [la guionista] Laura [Sarmiento], que la ha hecho crecer y la ha hecho más suya que mía.  

De modo que, al trabajar como ejecutiva, ¿no puede desarrollar series propias?

Las series mías que vea en Netflix pertenecen a la época anterior a yo ser ejecutiva.

¿Y no le frustra un poco dejar de escribir? 

Tengo sentimientos encontrados. Ayer nos dieron el premio Iris a mejor guion por 'Intimidad' y salimos a recogerlo Laura y yo. Sigo siendo escritora y seré escritora toda mi vida. Por otro lado, tener la posibilidad de hacer tantas cosas, de llamar a tanta gente… Te da otro tipo de satisfacción. El día que llamo a alguien y le digo "vamos adelante con tu serie", eso significa que van a contratar a 150 personas, que vas a poner no sé cuántos millones de euros encima de la mesa… Es otro tipo de satisfacción. Yo creo que volveré a la escritura, pero esto ha sido un parón que me ha dado una visión mucho más grande de lo que es la industria, y que me ha permitido ayudar de otra manera. 

¿Qué serie reciente cree que merecía otra atención? A mí me extrañó un poco, por ejemplo, la acogida algo tibia de 'Feria: La luz más oscura'. Una serie imperfecta pero estimulante.

Al no haber sido renovada, uno puede entender que no fue vista lo suficiente. Yo creo que es una gran serie. Desde el principio creímos muchísimo en ella. Pero a veces tampoco se trata de cómo es la serie, sino del momento en el que llega o de la conexión con el público. En pandemia vimos cosas que igual en otro momento no hubiéramos visto. Yo sigo reivindicando 'Feria: La luz más oscura' como un proyecto de gran calidad, original dentro de España y original dentro del género. Me habría gustado que fuera mucho más vista. Y lo mismo me pasa con 'La noche más larga', que también fue un proyecto con una gran idea. 

¿En qué serie de 2023 tiene puestas mayores esperanzas? 

Me van a matar si me decido por solo una. Bueno, hay una línea de 'thriller' que creo que es muy interesante. En ese sentido tenemos 'El silencio', de Aitor Gabilondo, con Arón Piper de protagonista. Tenemos 'El cuerpo en llamas', que es el retorno de Úrsula Corberó con un tema increíble [el Crimen de la Guardia Urbana]. Es un poco el equipo de 'Intimidad', pero con [la productora] Arcadia. Creo que es una serie que dará que hablar. Pero le diría muchas otras. ¡Si no me gustan, no las compramos!