El Periódico Mediterráneo

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‘The Bear’, el infierno es una cocina de Chicago

La serie de Disney + pone en evidencia que el estrés y los gritos no son buen compañeros de trabajo, ni siquiera bajo la excusa de la excelencia gastronómica

Jeremy Allen White (Carmy), al frente de la cocina de ’The Bear’. FX

‘The Bear’ (Disney+, producida por FX) fue una de las series revelación del 2022 y el reciente Globo de Oro a su protagonista, Jeremy Allen White, confirma el éxito de una historia que revela las interioridades de una cocina, pero sobre todo de lo que su cuece dentro de cada una de las personas que trabajan en ella. De los traumas que arrastran, de las limitaciones, de las expectativas y las esperanzas. Y, en especial, de cómo se puede ir todo al traste en menos de lo que tarda un solomillo en dorarse al horno.

La premisa de la que parte la serie es suculenta: un chef acostumbrado a moverse por restaurantes triestrellados –se intuye que es el Noma de Copenhague, recientemente de actualidad– vuelve a su Chicago natal para hacerse cargo del restaurante que le ha dejado en herencia su hermano tras suicidarse: el Original Beef of Chicagoland, especializado en bocadillos italianos como su jugoso Chicago Italian Beef Sandwich, el favorito de los bajos fondos de la ‘ciudad del viento’.

Y no, no es la típica historia en la que todos hacen boicot al nuevo, al que no aceptan como líder. Sino es más bien un problema de adaptación, de lectura del entorno, de falta de flexibilidad y de una autoexigencia que se acaba convirtiendo en autoexplotación. Y es que a veces no se trata de lo que quieres hacer, sino de lo que puedes.

El protagonista, Carmen Berzatto (‘Carmy’ para los amigos), quiere seguir sirviendo los mismos bocadillos de siempre, pero con una receta mejorada y aplicando un proceso de trabajo inspirado en los métodos del gran maestro de la cocina francesa, Auguste Escoffier. La cosa no sale del todo bien, obviamente.

Trauma de alta cocina

Uno de sus grandes aciertos de ‘The Bear’ es que no hay personajes ni buenos ni malos, sino que cada uno hace lo que puede con la mochila que carga. Para empezar en propio ‘Carmy’, que no ha salido indemne del clima tiránico que impera en algunos restaurantes de prestigio intachable. Prueba de que quiere cambiar las cosas, decide llamar a todos los miembros de la cocina “chef”, en una señal de respeto. Pero, a veces, no se trata simplemente de las palabras, sino del sistema en sí.

Y cuando se camina sobre un alambre, cualquier golpe de viento te lanza al vacío. Por ejemplo, una buena crítica gastronómica se convierte en un aluvión de pedidos que llevan a la cocina a una sobresaturación que desata una tormenta de fuego y autodestrucción. Sin embargo, de vez en cuando, todo tiene que arder para que nazca algo mejor. Y, de hecho, de eso va ‘The Bear’, de deshacerse de cargas y prejuicios para encontrar el propio camino, tanto culinario como vital. 

Todo ello aderezado con un crudo retrato del Chicago invernal, actuaciones convincentes, algo de humor, el inevitable toque mafiosillo, una banda sonora exquisita y un mensaje de fondo que contradice el espíritu, digamos, de ‘Masterchef’: ni el estrés, ni los gritos, ni el desprecio son buenos ingredientes, ni para crear una receta de cocina molecular ni para elaborar un simple bocadillo.

Si comer es un placer, también lo tendría que ser cocinar. Esperemos que Carmy y su 'staff' disfruten un poco más en la segunda temporada de 'The Bear', que se estrenará el próximo verano.

El plato destacado: Chicago Italian Beef Sandwich

Que sea un bocadillo no significa que sea ‘fast food’, ni mucho menos, porque se necesita un buen rato para elaborar el Chicago Italian Beef Sandwich de ‘Carmy’. Hay que marcar primero el solomillo de ternera en la sartén para luego ponerlo dos horas al horno acompañado de un sofrito de verduras y caldo de ternera. Luego se corta en finas lonchas y se monta en el panecillo junto a una salsa elaborada con el propio jugo de cocción y verduras a la jardinera.

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