Tras un lunes de nada, un martes con mucho. La familia olímpica nacional se prepara para el que puede ser su gran día en los Juegos Olímpicos de Tokio. Jornada para dormir poco, para madrugar o para trasnochar, según se mire.

En total, España opta a asegurar o a acercarse casi a una decena de metales. Es improbable que haga pleno de éxitos, pero será una jornada vertiginosa, apasionante y con muchos frentes abiertos. Como para no perder ojo de lo que ocurra en la capital de Japón, que amanecerá y anochecerá con deporte. Algunas de las citas que se sucederán sin solución de continuidad vienen acompañadas de altísimas expectativas, en algún caso incluso con la esperanza de que se queden para siempre en la retina.

Posiblemente el gran plato fuerte sea el España-Estados Unidos. O a la despedida contra un coloso de la mejor generación del baloncesto nacional; o la última gran gesta contra el rival con mejor cartel. El partido es un bombazo aunque sea prematuro (en cuartos de final) y, como todo el torneo olímpico, en un escenario que trae los mejores recuerdos al deporte español: Saitama.

A apenas unos kilómetros de distancia, el mismo enclave albergará unas horas más tarde el duelo entre la anfitriona Japón y la errática España de fútbol, que desafía al cansancio y a la falta de vacaciones para inscribir en letras doradas una gran gesta en la particular trayectoria de sus intrépidos protagonistas. Los Pedri, Marco Asensio, Olmo, Simón y compañía buscan lo propio que Guardiola, Kiko y demás en los Juegos de Barcelona. Les hace tanta ilusión la medalla que no hay fatiga que se interponga en su camino. Si ganan, Brasil o México esperan en la finalísima.

Además, en Enoshima será de vértigo el carrusel de opciones de medalla que verá desfilar por las aguas de la paradísiaca isla la flota española en vela. Por este orden, pueden arrancar metal Echegoyen y Barceló en el 49er femenino; Botín y López-Marra en la misma clase en categoría masculina; Diego Cardona en clase Finn; y por último el dueto de Nacra, que busca una carambola que le lleve al bronce.

Habrá tiempo para más competiciones y opciones de podio. En waterpolo femenino y balonmano masculino, un solo envite separa a España del acceso a semifinales; y en boxeo Gabriel Escobar aún puede colgar del medallero un premio grande para el boxeo nacional, que se quedó con la miel en los labios con Jalidov y Reyes. El de Leganés irá a por todas. Para él, el supermartes será gigante si consigue el objetivo con el que vino a Tokio. Que ya solo vivirá días grandes. Los Juegos afrontan su gran traca final.