Jamás un equipo hipnotizó con su magia en unos Juegos como hicieron los Jordan, Magic, Bird... en Barcelona 92.

Después de que la selección masculina de baloncesto de Estados Unidos 'solo' lograse el bronce, tras la URSS y Yugoslavia, en Seúl 1988, el comisionado David Stern presionó para poder llevar a los profesionales a los Juegos Olímpicos. La FIBA dio luz verde: las estrellas de la NBA podían estar en Barcelona 1992.

Chuck Daly sería el entrenador elegido para seleccionar "un equipo de bestias, nadie mejor que yo para gestionar los egos sin que todo se desmadre". El legendario Magic Johnson sería el primero en dar su 'sí'. El propio jugador de Los Angeles Lakers convencería a otra leyenda como Larry Bird -"llamé a su culo blanco y le dije 'vamos a jugar'"-. Michael Jordan -que, agotado por la temporada de la NBA, dudó hasta el final-, Patrick Ewing, Charles Barkley, Scottie Pippen, Clyde Drexler, Karl Malone, David Robinson, Chris Mullin y John Stockton se sumaron a la causa. El último integrante, el nº 12, debía salir de la Liga Universitaria. Shaquille O'Neill tenía que ser el elegido, pero Stern presionó para colocar al 'blanquito' Christian Laettner porque había demasiados afroamericanos. El Dream Team ya estaba formado.

El 26 de julio de 1992, en un Palau Olímpic de Badalona a reventar, Estados Unidos arrancaría su participación en los Juegos aplastando a Angola (116-38). Luego a Croacia (103-70), a Alemania (111-68), a Brasil (127-83) y a la España de los Epi y Villacampa (122-81). En cuartos, a Puerto Rico (115-77). En semifinales, a Lituania (127-76). Y, en la final, a Croacia (117-85).

Oro al margen, sus registros fueron demoledores: 117,3 puntos de media por encuentro, promedio de 43,75 puntos de diferencia ante sus rivales, 57,8% de acierto en tiros de campo… y Daly no pidió ni un solo tiempo muerto: "No tenía nada que reprocharles. Jugar con el Dream Team fue como tener a Elvis y los Beatles juntos". El impacto mediático de aquel equipo no tendría precedentes. La exhibición que dejaría el Dream Team jamás volvería a ser igualada en unos Juegos Olímpicos.