La nadadora española Paula Ruiz terminó decimosexta este miércoles en los 10 kilómetros de aguas abiertas de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, descolgada los últimos 4.000 metros de una cabeza copada por las favoritas y donde la mejor fue la brasileña Ana Marcela Cunha.

Paula Ruiz comenzó con una penalización y no pudo tirar en cabeza como acostumbra a plantar cara. La andaluza, en su debut olímpico clasificada en junio en el preolímpico de Setúbal, aguantó en el grupo que lideró la prueba en el Parque Marino de Odaiba, a entre 10 y 20 segundos, hasta el control de los seis kilómetros. A partir de ahí, Ruiz perdió la referencia con las mejores y tuvo que nadar en solitario, mientras las favoritas marcaban un ritmo alto. La victoria se la jugaron ocho nadadoras, en un sprint que coronó a Cunha, oro por delante de la neerlandesa Sharon Van Rouwendaal y de la australiana Kareena Lee.

Con el cuarto puesto este año en el Europeo de Budapest, Ruiz llegaba a Tokio 2020 con buenas sensaciones, aunque la caldera de Odaiba, con el agua a 30 grados y una humedad rondando el 70% a pesar de que la prueba empezó a las 6:30 de la mañana, supuso un desafío que pronto se volvió en su contra. La amonestación le hizo frenarse un poco en una carrera que en su primera mitad estuvo lanzada por la estadounidense Ashley Twichell. La española se mantuvo con las primeras, a 12 segundos después de tres kilómetros, pero la americana tiró y tiró hasta que se quedaron en ese grupo las grandes favoritas entre las 12 primeras. Entre ellas, Van Rouwendaal, vigente campeona olímpica, la china Xin Xin, campeona del mundo, la estadounidense Haley Anderson, la húngara Anna Olasz, la alemana Leonie Beck, la australiana Lee y un Cunha que, después de cinco títulos mundiales, buscaba la medalla olímpica que faltaba a su impresionante palmarés.

Las opciones se esfumaban para Ruiz, que tenía que recuperar demasiado. Cunha se saltaba ya el avituallamiento para pasar a mandar ante Twichell y el grupo se hizo cada vez más selecto. Tras seis kilómetros, la española se veía a medio minuto y, sobre todo, sin compañía para engancharse. Así se quedó sin opciones incluso del diploma olímpico, para llegar decimosexta a casi cuatro minutos.

La victoria la enfiló Cunha desde el último kilómetro y medio. Lee se puso a su rebufo para asegurar al menos una buena línea y Van Rouwendaal trató de ponerse en paralelo y defender su trono, pero la brasileña no dejó escapar la gloria que firmó en 1:59:30, en un sprint que controló ante la neerlandesa y la australiana.