Desde que volviera al Villarreal CF en el verano del 2019 tras su cesión al Málaga, Pau Francisco Torres (Vila-real, 16 de enero de 1997) no ha dejado de soñar despierto. En su primera campaña como jugador del primer equipo por méritos propios (2019/20) completó 34 encuentros de LaLiga y tres de Copa del Rey. Y el curso siguiente, el que finalizó el pasado mes de junio, ha vuelto a ser titular indiscutible en la zaga amarilla, con 36 partidos en la competición doméstica, cinco en el torneo del KO y doce en la Europa League, título del que se proclamó campeón con orgullo en mayo en Gdansk.

Sus actuaciones le abrieron las puertas de la selección absoluta y fue partícipe de la clasificación hasta semifinales de la Roja en la Eurocopa. Pese a la acumulación de minutos, Pau también ingresó con ilusión en la selección olímpica, con la que hoy tiene la posibilidad de llevarse el oro en los Juegos de Tokio. En la final les espera Brasil (13.30 horas) pero, con independencia del color de la presea que logre, el futbolista de Vila-real se convertirá en el cuarto deportista nacido en la provincia de Castellón que logra una medalla en una cita olímpica tras los pasos del futbolista de Benlloch Agustín Sancho en Amberes en 1920 (plata), el vinarocense Pepote Ballester en vela en Atlanta en 1996 (oro) y, el más reciente, el jugador de voley playa de Castelló Pablo Herrera, plata en Atenas en 2004.

De Tokio a Belfast

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Por si el título de la Europa League y el hecho de ser campeón o subcampeón olímpico no fuera suficiente premio para la gran temporada de Pau, el 'xiquet del poble' tiene también la posibilidad de poner la guinda con la consecución de la Supercopa de Europa que su equipo disputa el próximo miércoles en Belfast ante el Chelsea (21.00 horas).

Eso sí, su participación en el encuentro contra el conjunto inglés es toda una incógnita, ya que Pau tendrá que viajar mañana desde Tokio a España y luego volar con el Submarino el martes a Irlanda del Norte para acompañar a la expedición amarilla, con el cansancio acumulado de todos estos meses de partidos oficiales y el incómodo jet-lag. Aun así, Pau estará y cerrará en Belfast su gran año.