Comer, además de alimentarnos, nos puede proporcionar grandes placeres siempre que el alimento sea de nuestro gusto, como es el caso del jamón. Cuando llego a casa voy a la cocina, cojo el cuchillo y me corto un poco de jamoncito, mi tentempié preferido.

Hace siglos que se cura la carne de cerdo para conservarla más tiempo y eso es lo que originó el jamón, exquisito, sabroso, nutritivo y sano. Tiene vitaminas B1, B2, B6, un 50 por ciento más de proteínas que la carne fresca, es rico en cobre, hierro, magnesio, zinc, calcio y fósforo. La grasa del jamón tiene ácido fólico que produce HDL (colesterol bueno) y reduce el LDL (colesterol malo).

El consumo de jamón es recomendable en las dietas de adelgazamiento ya que por cada 100 gramos aporta menos de 200 calorías y útil contra las enfermedades cardiovasculares.

El cerdo español, especialmente el ibérico, tiene una gran capacidad para infiltrar las grasas entre sus fibras musculares lo cual le da ese sabor incomparable y lo convierte en algo único en el mundo sin nada que ver con esas carnecillas insaboras que dan en otros países, en los que esperemos que tarden en descubrirlo porque sino se lo llevaran todo.

Sobre las denominaciones del jamón hay mucha confusión inducida por la picaresca comercial. Hay tres tipos fundamentales: de bellota, criado con bellotas y hierba de las dehesas; de recebo, con pienso y rematado con bellotas, y de pienso. Luego se puede dividir por la raza (ibérico Duroc-Jersy, etc.), o por el origen (Extremadura, Teruel, Salamanca, Jabugo, etc.).

Hay otras denominaciones poco indicativas como serrano, que sólo significa que el cuero del jamón está cortado en V, o de pata negra, que se refiere al color de la pezuña que a veces se pinta o se chamusca para dar el pego.

Y aunque un jamón de Teruel puede ser excelente, lo más es el jamón ibérico de bellota, con su caña fina, el color de uña y su forma más larga que ancha, no se equivocará, con un buen corte y la compañía de un mejor vino tinto el placer es inigualable, y, hasta el nombre es positivo, ja, ja, ja...món.