Los datos de que se dispone ya respecto a la actual campaña citrícola apuntan un incremento en las exportaciones de cerca de 120.000 toneladas. Una cifra considerable, si tenemos en cuenta que los empresarios citrícolas se han encontrado con serias dificultades como consecuencia del descenso de producción de variedades como la clemenules en Castellón.

Alemania y Francia siguen encabezando los principales mercados con que cuentan los cítricos producidos en tierras castellonenses. Estos dos países son los más exigentes en cuanto a la calidad de los envíos fuera de nuestras fronteras, aunque no debemos olvidar que ahora existe un importante mercado que consume segundas categorías entre los estados del Este europeo.

La guinda que redondearía los buenos augurios de la campaña citrícola se sitúa en el sureste de Asia. Allí todavía existe un serio problema por los impedimentos técnicos que conlleva ese mercado concreto. El proteccionismo que existe en países como Japón impone duras trabas a la entrada de fruta, además de los cerca de 30 días que cuesta que los productos lleguen a su mercado de destino. No obstante, los mercados de Oriente siguen siendo una zona apetecida por los altos precios que se pagan.