Para Carmina Nácher, directora general de Patrimonio de la Conselleria de Cultura, por reaccionar con diligencia ante el mal estado de la bóveda de la iglesia del Salvador de Burriana. Los propios arquitectos dicen que había peligro de desprendimientos. Además, continúan de forma paralela las obras de la sacristía y la cubierta ya previstas desde hace tiempo. Esperemos que se continúe invirtiendo en este edificio catalogado como la primera iglesia del gótico valenciano.