El rechazo de los españoles al Gobierno del PP ya tiene una buena medición: si hoy hubiera elecciones, el PSOE obtendría la misma mayoría absoluta que alcanzó Aznar hace apenas tres años. El vuelco tiene una explicación fundamental: el rechazo a la intervención armada unilateral en Irak de las tropas norteamericanas y británicas con el apoyo radical del Gobierno español. Así lo refleja el Barómetro de Primavera que Vox Publica ha realizado para Mediterráneo.

El cambio en la intención de voto de los españoles --casi siete puntos a favor de la oposición-- se ha producido en muy pocos meses, porque en enero pasado las expectativas aún registraban un empate entre PP y PSOE. La fractura entre votantes del Partido Popular y el Gobierno es significativa: hoy sólo la mitad de los electores que apoyaron al Partido Popular en el año 2000 están dispuestos a repetir su voto.

Los ciudadanos piden otra manera de gobernar ante el carrusel de elecciones que se avecina. El sondeo confirma, además, que hay un hilo conductor que une el rechazo a la estrategia de apoyo a la coalición anglo-norteamericana con la exigencia de responsabilidades en la contaminación de la costa gallega. Como debe ser.