El 18 de marzo, justo dos días antes del inicio de la guerra de Irak, el periódico de mayor difusión nacional publicaba que el conflicto dificultaba la venta de gestión del PP y tapaba las carencias y falta de alternativas del PSOE. Tras 21 días de guerra, durante los cuales el PP ha pasado graves dificultades, en especial, la mediática con una opinión publica muy crítica ante un Gobierno que no ha enviado una metralleta a Irak, ahora se ha abierto una nueva etapa ante las elecciones del 25 de mayo.

¿Con qué opciones políticas nos encontramos una vez despejada la borrasca? O, mejor dicho, ¿conoce alguna propuesta política de los que con su silencio han aguantado pancartas y han se tratado de aprovechar del lógico malestar ante una injusticia que supone una guerra?

El mismo día en que Irak despedía a un tirano, Felipe González hablaba del inicio de la III Guerra Mundial. ¿A quién ha interesado de verdad esta barbarie? Tantos boicots parlamentarios no han dejado tiempo para que a falta de 40 días los ciudadanos de Montanejos, Betxí o Sant Jordi no conozcan propuesta alguna, salvo la propia gestión que marca sus vidas y el nivel de progreso alcanzado estos años en la Comunidad Valenciana.

Escribir este artículo tiene hoy en día un desgaste personal evidente, cuando durante 21días, y como es lógico, la gran mayoría de españoles ha mostrado una justa repulsa. Sin embargo, lo hago cuando lo que está en juego es el futuro de esta Comunidad, con una opción que tiene programa y personas y otra que es un conglomerado de siglas donde el programa de cada uno no se podrá cumplir por obligadas coaliciones.