Cuánto dinero invierte el Estado español en I+D (investigación y desarrollo) militar? Lo leo en un anuario publicado por la Fundación para la Paz, con datos del año 2001. Cifras oficiales: 221.279 millones de pesetas. Esta inversión es tres veces superior a la que se dedica a la investigación en todas las ciencias. Y supone 10 veces más dinero que el aplicado a la investigación sanitaria. Y 30 veces más que el destinado a la investigación agraria y medioambiental.

El desarrollo de nuevas armas se impone a la inversión dedicada a investigar sobre temas que constituyen amenazas reales para la vida de los ciudadanos. Es el caso de las enfermedades, como las cardiovasculares, el cáncer, el sida, la desertización de territorios, la seguridad alimentaria, la mejora del sistema educativo...

En los últimos cinco años, estos presupuestos militares han crecido mucho en España, pero la inversión sigue siendo importantísima en muchos países, que no quieren quedarse atrás en la carrera tecnológica militar. Además, las nuevas y carísimas armas que se inventan pronto se convierten en antiguas, y entonces se exportan al Tercer Mundo, a menudo a países con regímenes dictatoriales o a regiones en conflicto, y así sirven para alimentar las guerras.

La guerra de Irak ha sido una demostración de esta realidad. Se ha hablado mucho del petróleo y poco, o nada, de los beneficios enormes de la industria militar. Y las supuestas armas inteligentes no han podido evitar la muerte de tantos ciudadanos.

Unos hombres, unas mujeres, unos niños que en Irak, como en todos los territorios desvalidos del mundo, no tienen la fuerza suficiente para exigir que tantos miles de millones no sigan olvidándose de la investigación sanitaria y agrícola, de las enfermedades tropicales que se investigan tan escasamente o de las provocadas por una alimentación insuficiente.

Presupuestar este tipo de guerra sí sería indiscutiblemente moral.