Telefónica quiere acabar con la filial creada en 1999 a la sombra de la nueva economía. Ahora ofrece recomprar todas las acciones de Terra Lycos que siguen en el mercado por la mitad del precio al que las vendió en su salida a bolsa. La propuesta se presenta como una OPA, la habitual oferta de compra de una compañía por parte de otra de su mismo sector. Aunque en este caso es una marcha atrás en toda regla. Porque aquella Telefónica de Juan Villalonga que creó Terra en pleno auge mundial --casi incontestado-- de la llamada nueva economía y de las empresas puntocom es consciente ahora de que lo primero que tiene que hacer, por encima de otras consideraciones, es cortar la sangría que le suponen las pérdidas de su filial. La recompra de las acciones del portal debe entenderse como el final español de esa etapa.

La presentación de la OPA ha suscitado protestas lógicas por parte de los accionistas que compraron a precios desorbitados, confiados también en el futuro del negocio, y los recelos de los expertos, que no la acaban de ver clara.

Ahora toca esperar de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y de los reguladores de telecomunicaciones que estudien la operación y protejan el interés general.