La céntrica y estrecha calle que hoy recibe el nombre de Ausi s March se llamaba en la Edad Media carrer de la Cadena, es decir, de la Cárcel. Ésta se hallaba inmediata al primitivo palau comú o casa de la villa. La facultad de tener Castellón municipio propio la había concedido Pedro III (1276-1285), el hijo y sucesor del Rey Conquistador, en 7 de febrero de 1284. Un primer y modesto asiento del consell (considerado arcte et stricte, es decir, estrecho) fue sustituido por otro para cuya construcción, juntamente con la cárcel, el rey Jaime II (1291-1327) había ordenado comprar unas casas. Un tercio del coste lo aportó el rey, y los dos tercios restantes el municipio. De aquellas compras resultaron sobrantes unas casas que, en 1339, el rey Pedro IV el Ceremonioso (1336-1387) regaló a la villa. Esta casa comunal y la cárcel aneja serán trasladadas al nuevo edificio de la plaza Mayor --el actual-- a principios del siglo XVIII.

Una idea de las condiciones higiénicas de que carecía la cárcel primitiva la da un acuerdo municipal de 1414 en el que se habla de que que la carcelleria és molt reum tica et molt mal sana. Pero al lamento se añade el curioso matiz de echar de menos que si alguna persona dIestament o de bé ere presa no hagués casa apartada en la qual pogués estar. Razón por la cual se ordenó construir una sala en alto que fos honor de la dita vila. Es decir, algo así como una cárcel para VIPs. En la misma sesión se aprovechó la ocasión para proponer al batle el nombramiento de un nuevo carcelero, com lo qui de present la té no haje que perdre e no sie natural de la dita vila. Un detalle para la historia de las mentalidades.