Sin comerlo ni beberlo, el jefe del Gobierno andorrano, Marc Forné Moliné (La Massana, Andorra, 30-12-1946), se ha visto de invitado de piedra (de papel, en su caso) en las elecciones presidenciales del Bar§a. Ya saben, en la candidatura de Jaume Llauradó han aparecido papeletas de apoyo con la firma falsificada de Forné, cuya rúbrica figura en los pasaportes del principado. En can Bar§a sólo faltaba el contrabando de firmas desde Andorra. Precisamente el contrabando --el de tabaco, para ser exactos-- ha sido una obsesión de Forné desde que gobierna tras ganarle una moción a ’scar Ribas en diciembre de 1994.

Hijo de un exoficial catalán del Ejército republicano que se exilió en el principado y se casó con una andorrana, Forné siguió la carrera de abogado del padre, aunque, en una primera época, ejerció el periodismo. Además de dirigir el semanario Andorra 7 durante 11 años, fue el primer presentador de la televisión de su país. En 1992, optó a presidir el Gobierno, pero fue derrotado por el citado Ribas. Ideológicamente, subraya que su Partido Liberal "comparte el mismo modelo de progreso" de la pujolista CiU. Pero, ojo, una cosa es hablar la misma lengua y otra ésta: "Los andorranos somos andorranos". Eso lo saben bien en la ONU, donde gracias a Andorra se puede hablar oficialmente el catalán.