Iñaki Gabilondo pidió a sus tertulianos, todos periodistas, que valoraran la dimisión del director de The New York Times porque se descubrió que uno de sus reporteros inventaba informaciones. Joaquín Estefanía situó el tema: "Es la consecuencia de una política de información, no de un caso concreto. La redacción del diario ha dicho que la línea de información-espectáculo, con estrellas de la información más que con trabajadores de la información, no es la correcta para medios de comunicación escritos de referencia como de referenciaThe New York Times".

Le secundó Magis Iglesias con más argumentos: "Hay otros lastres: una dirección jerarquizada que sólo apoya a quien le interesa y desoye a los demás; y la apuesta por el titular". Se lió un poco sobre esa necesidad y lo salvó por otra vía: "La credibilidad es el patrimonio más grande que tienen los periodistas. Aunque otro dato revelador es que el director del rotativo ha dimitido cuando las acciones del diario han empezado a bajar en bolsa". Siguió la crítica de la profesión Román Orozco: "Estaban buscando estrellas antes que periodistas. Y al final el objetivo de vender a cualquier precio es muy peligroso". No se quedó corto Carlos Elordi: "El problema es competir con la televisión y buscar informaciones que levanten del asiento al lector. Generalmente parte de una tergiversación, y nuestro oficio no da para florituras". Sentenció Estefanía: "The New York Times

Ojalá.