Un equipo debe ser algo más que la suma de once individualidades. Cada jugador aporta una tarea diferente, que al mismo tiempo complementa las tareas del resto de individualidades. Cada uno tiene un papel o rol diferente, y todos son importantes e imprescindibles para que el equipo funcione como tal. Dentro de ese contexto que debe significar un ´equipo´, al Villarreal tal vez le faltaba una pieza importante e imprescindible para el buen funcionamiento del conjunto. El conjunto de Floro tiene velocidad y gol con Andersson, Víctor o José Mari, bandas con Guayre, Belleti, talento con Riquelme o Roger y defensa con Quique Álvarez o Ballesteros y, como no, un excelente portero en la figura de Pepe Reina.

Pero desde la lesión de Senna, tal vez le hace falta al equipo esa pieza que otorga equilibrio al medio del campo. Se ha habilitado a Pedro Martí en esa posición y ciertamente lo ha hecho muy bien, o incluso como emergencia la figura de Coloccini en el doble pivote, pero ha faltado un especialista en esa posición. Esa posición viene a ser cubierta por un jugador que dispone de las características ideales para ocupar ese lugar del medio centro o pivote como se le llama hoy en día. Battaglia es un jugador sumamente completo que puede darle al equipo fortaleza y sentido. A pesar de su juventud --23 años-- es un jugador muy experimentado, que ya ha conseguido títulos importantes y que ha tenido que afrontar la responsabilidad de partidos que curten en experiencia a cualquier jugador. Es un recuperador de balones en la parcela central, pero no se limita al aspecto defensivo, sino que puede dar al equipo salida de balón y criterio a la hora de iniciar las jugadas. Tiene un buen desplazamiento de balón en largo y un buen disparo. Fuerte, victorioso en la mayoría de las disputas de balón en el centro del campo, tácticamente bueno posicionado siempre como el jugador que mantiene la posición por delante de sus centrales y lo que se conoce como un auténtico jugador de equipo. Su faceta más importante podría estar en su carácter, su coraje, su casta, su manera de contagiar agresividad y espíritu ganador a sus compañeros.

Si a eso añadimos que el Villarreal ha confeccionado esta temporada una plantilla muy corta y que afrontar tres competiciones crea un gran desgaste tanto a nivel físico como a nivel de lesiones musculares, la llegada de un nuevo efectivo siempre será un alivio para el técnico, Benito Floro.