Es cierto. Nadie puede negar que con los últimos datos conocidos se podrá avanzar en la investigación. Pero no se amontonen, que no sólo de querellas vive el hombre. Aunque hoy pueda sorprender, antes de la política y las empresas ya existían las personas, con sus pasiones, sus odios y hasta sus sueños. Sin embargo, los primeros homínidos ignoraban hasta dónde seríamos capaces de llegar sus descendientes, tanto para lo bueno como para lo malo. Y lo peor.

En Ares del Maestre, a un paseo en coche desde Artana, la investigación sigue un guión muy particular, especialmente porque el protagonista principal no puede dar ruedas de prensa. El Niño de Ares es un esqueleto con una antigüedad de 12.000 años, en lugar de los 9.000 que se le presuponían, según la catedrática de la UJI Carmen Olaria. Los análisis de los huesos hallados avanzan el inicio del arte rupestre levantino en seis milenios, y por tanto contradicen las hipótesis anteriores. Ahora, los investigadores proyectan una analítica del ADN de los ocho individuos de la Cova Fosca y el Cingle del Mas Nou de Ares, para conocer el origen de aquella población, que según los estudios realizados ya practicaba la agricultura. Eso sí, sin productos fitosanitarios. En el escenario de Ares se han encontrado asimismo señales de ritos funerarios, si bien las pesquisas de Olaria no pretenden aclarar si los muertos lo fueron por maltrato, venganzas o peleas entre los habitantes del lugar. Misterios de la antigüedad que quién sabe si alguna analítica podría aclarar, en el futuro.

La catedrática de Prehistoria asegura que los resultados de los análisis realizados en Miami permitirán avanzar "mucho" en la investigación, que ha empezado a dar frutos después de varios años de concienzudo trabajo. Uno de los esqueletos presenta el mejor estado de conservación de los restos humanos prehistóricos hallados en toda Europa. En vida carecía de todo, y ahora tiene hasta ADN. En su época había menos interés por los avances científicos. Y ningún investigador. Pero también es cierto que había menos malpensados.