La asociación de comerciantes del centro histórico de Castellón, Centrics, se mostró ayer crítica con la peatonalización del centro, puesto que afectó negativamente a las ventas durante los primeros días de la campaña navideña. Al menos, esa es su impresión.

El problema llega porque el propio presidente del colectivo, Jorge Ortiz, reconoce que fueron los propios comerciantes quienes solicitaron el cierre de las principales calles. Un contrasentido.

La ciudad de Castellón presenta un problema serio con el tráfico, sobre todo en horas punta. Sin ir más lejos, el pasado día 24, jornada de Nochebuena, se batió un récord de acceso de vehículos en la capital. Este aspecto, evidentemente, influye en la actividad comercial de las pequeñas empresas locales.

El concejal Alberto Fabra, al igual que en su día lo hizo su compañero de partido, Javier Moliner, se comprometió a abordar el problema en toda su magnitud y, particularmente, en lo que se repercute en el comercio. No obstante, no se puede olvidar que el problema de estas pymes va más allá del tráfico y por ello es preciso un análisis exhaustivo y con visión de futuro.