Los que comenzamos a peinar canas, sabemos mucho de la desazón que se produce por la falta de agua en épocas de sequía, de las largas noches pasadas en vela esperando el turno para regar, de la tristeza de ver las tierras y los árboles que son tu vida muertos de sed.

El agua, siempre un preciado bien, es un tesoro en nuestros días. Así, los agricultores, que sabemos de corazón el valor del agua, conocemos de primera mano qué significa el trasvase del agua del Ebro. Mientras que otros, los que más hablan, desconocen por completo, lo que significa y cómo se regulará. Por eso, pocos saben que en el seno de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes el Plan Hidrológico Nacional obtuvo el 100% de los votos favorables a su realización, entre ellos los regantes de Aragón y Cataluña incluidos, ya que eran conscientes que les beneficiaba y mucho.

El PHN ha nacido de un amplio debate nacional en el que se ha estudiado prácticamente todo lo relacionado con el agua. Muchos hablan del PHN. Todo ha sido escuchado por la sociedad, lo prudente y lo menos prudente; lo racional y lo imaginario. Y ahora, tras el debate, queda claro que la función de llevar agua desde donde sobra hasta donde dramáticamente falta está asentada sobre un fundamento justo que tiene sus raíces en la Historia de España y que es coherente con los postulados sociales, económicos y políticos de nuestra convivencia.

Lo que muchos no saben es que el PHN no sólo es el trasvase, sino que contempla muchas otras facetas de la hidrología española como son: recuperación y reforestación de riberas, depuración y mejora de la calidad de las aguas, defensa contra avenidas, modernización y economía del agua en los regadíos. De tal manera que el montante económico destinado al trasvase sólo supone el 15% del presupuesto.

Además define un Plan integral del Delta del Ebro en el que contempla un régimen hídrico (caudal medioambiental) que permita el desarrollo de las funciones ecológicas del río, el Delta y el ecosistema marino próximo, se detallan las medidas necesarias para evitar la degradación y regresión del Delta procurando que llegue el aporte de sedimentos que consoliden los terrenos circundantes o la promoción de la vegetación halófila para que contribuyan a fijar los sedimentos aportados por el río.

En cuanto a los caudales, es igual de injusto que por Tortosa pase en verano 40 o 50 m3/seg , como que en abril pasen 1700 o más m3/seg, esto se conseguirá regulando el río en cabecera para poder dotar a Aragón de los caudales imprescindibles para incrementar y consolidar sus regadíos, satisfacer sus necesidades hídricas, medioambientales y lúdicas, para así poder detraer los 860 Hm3 que precisa el Arco Mediterráneo desde Castellón hasta Almería.

El trasvase sólo se utilizará para abastecimiento de poblaciones y consolidación de regadíos, exclusivamente, quedando totalmente prohibida por Ley, el aumento de la superficie regable así como el destino de las aguas trasvasadas para regar campos de golf y por último no se podrán transferir aguas de mayo a octubre, es decir, sólo se podrán trasvasar aguas en época de excedentes o poco consumo.

El agua discurre libre por la tierra, para ser utilizada para generar vida y para que todos la compartamos solidariamente para sobrevivir. Sin otras intenciones políticas porque el PHN beneficia a muchos y no perjudica a nadie.