El medio de vida de numerosos productores de aceite nuestra provincia puede estar en grave peligro si no se consigue una Organización Común de Mercado equilibrada y justa para todos. Estamos en estos momentos en un proceso de negociación sobre el borrador de Reglamento comunitario y lo que el sector tiene claro es que hay que solicitar, sin excusas, una mayor cantidad nacional garantizada para España acorde con la realidad productiva y con la realidad de las superficies de cultivo.

Sin embargo parece que esto es lo único que une al Ministerio de Agricultura con el conjunto del sector olivarero español. El actual ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, con el apoyo de la Junta de Andalucía, formula ahora una propuesta de reforma de la OCM donde apuesta porque un 90% del presupuesto de ayudas al sector vaya en función de cobros históricos y el 10% restante para proteger olivos con finalidad social, lo que perpetuaría sin duda las diferencias históricas entre las regiones con olivos de alta y baja producción y condenaría inapelablemente al olivar de nuestras comarcas.

Si vamos a los cobros históricos el agravio es brutal. La actual ayuda a la producción ha sufrido oscilaciones elevadísimas entre las diversas provincias productoras de todo el territorio nacional. Así, mientras en unas provincias como Jaén han cobrado una media de 782 euros por hectárea, en la de Castellón la media es de únicamente 191 euros. Vean y comparen.

Esta circunstancia ha provocado que ocho comunidades autónomas productoras (Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Aragón, Baleares, Cataluña, Extremadura, Madrid, Murcia) e incluso algunas zonas de Andalucía caracterizadas por las productividades moderadas y altos costes de cultivo hayan constituido una Plataforma por el Olivar Tradicional.

La Unió de Llauradors es la única organización profesional agraria castellonense que forma parte de esta plataforma, en la que también está integrada la Federación de Cooperativas Agrarias de la Comunidad Valenciana (Intercoop en Castellón). Nos hemos manifestado en las calles de Madrid para explicarle al ministro ante las puertas de su Ministerio que no puede tomar partido por un olivar intensivo, olvidándose del tradicional que representa un 56% de toda la producción española.

La propuesta presentada por el Ministerio de Agricultura beneficia sólo al olivar intensivo existente en determinadas zonas, pero que no garantiza de ningún modo la continuidad del olivar tradicional y de calidad, de alto valor socioeconómico y medioambiental, el que se hace en una provincia como la nuestra.

Nuestro objetivo desde la Unió de Llauradors es, por tanto, equilibrar esta situación y modificar la actual propuesta del Ministerio que perpetuaría un régimen que establece diferencias muy grandes entre zonas productoras. Así, apostamos por una OCM equilibrada que incluyera el establecimiento de una ayuda mixta mínima de 300 euros por hectárea cultivada.