punten una palabra que se va a poner de moda en los próximos años: periféricos. Vuelve a estar de moda la periferia. Madrid va a ser sólo caja de resonancia. Ya no se lleva lo radial. Ahora se llevan las tangentes. Frente a la hidalguía castellana el zoco fenicio. Vuelve el Mediterráneo.

Maragall quiere cogobernar con Zapatero. Catalunya va intentar imponer su criterio en el Madrid del PSOE. Pero Camps es el referente de la oposición al PSOE. Otro periférico. Dos doctrinas divergentes con un punto de encuentro: la estética mediterránea. Nos pierde, pero va a ser la clave de la política que va a formularse en España durante los próximos años.

Castilla ha quedado atrás. La reina Isabel la Católica acabó ayer en el funeral de Madrid, con ortodoxos y musulmanes digiriendo el pensamiento único. Los próximos años van a ser diferentes, una estética periférica, con culturas políticas sobre el tapete, sin ninguna que domine. Y da lo mismo quién ejerza el gobierno. En Madrid Zapatero y en Castellón Gimeno, Fabra o sus herederos, todos van a tener que cambiar los modos que han primado durante los veinticinco años de democracia.

Por concretar. Para unos lo más importante fue el AVE Madrid-Sevilla. Para otros el de Madrid a Valencia. Como en los próximos años no tengan en cuenta la N-340, el AVE mediterráneo o el agua para las tierras sedientas, no se van a comer un voto.