Mucho se está hablando de Europa durante estos días. Así aparecen en televisión hasta seis políticos que difieren poco sobre su concepción de un continente. Unos hablan de la Europa de los mercaderes, otros de los trabajadores; unos hacen hincapié en la Europa de los Estados, otros en las regiones y los pueblos, en definitiva, cuestiones de nomenclatura que en el fondo ofrecen pequeñas diferencias.

Cuando se habla de Europa, es preocupante hacerlo desde visiones particulares y localistas. Europa es, hoy por hoy, una gran unidad económica formada, eso sí, por 25 estados muy distantes entre sí por el devenir histórico del siglo XX. Hoy desde Castellón nos debemos aprovechar de esa gran Europa porque las fronteras ya no están en los Pirineos sino en Rusia.

Esta es una realidad que está ahí. Sin embargo, hay otras preocupaciones. ¿Existe un modelo territorial europeo? ¿Hay un modelo único turístico europeo? ¿Está en condiciones de competir Castellón con Zagreb o Dubrovnik? ¿Subvencionará algún día Bruselas a los empresarios que contraten europeos no españoles en la hostelería?

Mucho me temo que no existe aún un modelo definido de desarrollo en sectores estratégicos. Se habló en su día del libre tránsito de mercancías y de trabajadores pero ¿se ha tenido en cuenta los intereses de los empresarios que son los que permanecen y dan empleo?

Bien por los que impulsan iniciativas encaminadas a fomentar sectores estratégicos como la vivienda de calidad o el turismo. Es un modelo con posibilidades pero no sé si en Oropesa o Benic ssim saben que están haciendo en Sarajevo.