E Fórum de las Culturas no tiene cada día la suerte de contar con personajes que susciten tanta expectación como Pedro Duque Duque (Madrid, 14-3-1963), el único astronauta español que ha navegado fuera de nuestro planeta. Las 141 preguntas de rigor habrían podido ser ayer 11.141, porque ¿quién no desea saber cosas del universo?

Teniendo un padre controlador aéreo y una madre profesora de matemáticas no puede extrañar a nadie que el chico estudiara para ingeniero aeronáutico y acabara la carrera con matrícula de honor. El salto --gran salto-- a hacerse astronauta ya sorprende más, aunque quizá algo menos, si se conoce la historia de un antepasado suyo que, a finales del siglo XVI, se confeccionó unas alas con plumas de pájaro y trató de volar imitando a Ícaro. Cuentan que se mató al tirarse desde el campanario de la catedral de Plasencia (Cáceres).

Para entrar en la Agencia Espacial Europea (ESA) en 1992, Duque hubo de superar dos años de pruebas entre 600 candidatos españoles y 6.000 extranjeros. Su primera misión fue en 1998, y compartió tripulación con el legendario John Glenn. La segunda fue en octubre pasado. ¿Quién no recuerda el orgullo del entonces presidente Aznar hablando con Duque, que aparecía colgado en el espacio y flanqueado por una gran bandera rojigualda? Nunca nadie antes llevó a España tan lejos.