Las asociaciones de padres y sindicatos educativos de la provincia de Castellón han suspendido para septiembre a la Conselleria del ramo por las deficiencias que presentan más de 60 centros docentes públicos. Según se desprende de las críticas formuladas por estos dos colectivos, no es difícil encontrarse con centros inacabados, escuelas e institutos en ubicaciones provisionales o los ya reiterados problemas de espacio. Como estandarte de esta problemática emergen los barracones, un monumento a la improvisación, no sólo de esta Administración popular sino también de sus predecesores socialistas.

El conseller González Pons ha presentado un ambicioso plan para acometer nuevas obras en los próximos años, pero, con anterioridad, debería afrontar los retos que le plantea la actual coyuntura, ampliamente cuestionada desde los sectores educativos de las comarcas castellonenses. Diferentes políticos que han ocupado la cartera de Educación han se han comprometido a acabar con la provisionalidad de los barracones, algo que, como resulta evidente, no han conseguido. González Pons tiene un verano por delante para recuperar su asignatura pendiente.