Tras un baño de multitudes en la convención de Boston, John Forbes Kerry (Denver, Colorado, 11-12-1943) ya es del todo candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos, acompañado por John Edwards para la vicepresidencia.

Caso de ganar las elecciones, en noviembre Kerry se convertiría en el tercer presidente más rico después de George Washington y de John F. Kennedy, con quien, por cierto, coincide en cuanto a iniciales. Se le calcula una fortuna personal de 525 millones de dólares, aunque gran parte de este dinero corresponde a su actual esposa --Teresa Heinz, también muy aclamada-- dueña de un imperio alimentario.

La lucha electoral será dura y los resultados son impredecibles. Kerry tiene a su favor que muchos militares y veteranos de guerra le admiran porque combatió en Vietnam y fue condecorado y que ahora sea tan antibelicista como muchos de ellos. Además, conecta con un amplio sector de electores en los estados rurales, muy republicanos, a causa de los negocios familiares.

Hijo de buena familia --padre diplomático y madre millonaria--, tiende a ser prudente en sus opiniones, lo cual tiñe de tibieza algunos de sus discursos. Antiguo fiscal que persiguió a la mafia, es senador por Massachusetts desde 1984. Goza de apoyos, pero ha de hacer no sólo rico sino atrayente su discurso.