Elegido presidente de la Junta de Extremadura el 21 de diciembre de 1982 y reelegido desde entonces en cada convocatoria electoral, Juan Carlos Rodríguez Ibarra (Mérida, Badajoz, 19-1-1948) ha recibido la visita del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, antes del paréntesis político veraniego.

Hombre fuerte del PSOE extremeño y afiliado al mismo desde junio de 1976, Rodríguez Ibarra cuenta desde hace años con la mayoría absoluta socialista en su parlamento. Ello le ha permitido avanzar con una eficiente política de desarrollo, a pesar de que se mantienen la excesiva dependencia del sector agroalimentario, la falta de infraestructuras viarias y la alta tasa de paro. Sin embargo, si se tiene en cuenta la situación altamente deprimida de la que partía, su gestión es positiva.

Cáustico y populista, Rodríguez Ibarra ha aprovechado en diversas ocasiones las propuestas de progreso autonómico de Cataluña --sus adversarios dialécticos eran el ahora expresidente Pujol y el Gobierno de CiU-- para reivindicar mayores ayudas para Extremadura como región deprimida y considerar que la clase dirigente catalana se aprovechaba de la mano de obra extremeña. Frases hirientes que le debían dar resultado, pero que con el presidente Maragall quizá deba matizar porque ambos pertenecen a partidos socialistas y coaligados.