El saldo de ocupación del Inem da que España tenía en el mes de julio casi 41.000 empleados más que en junio. Apenas hay novedad en cuanto al aumento del total de trabajadores con empleo, porque es el habitual reflejo de la fuerte demanda de personal de las empresas vinculadas a la oferta de ocio estacional.

El dato es más relevante que otros años porque, según cifras del Banco de España, también conocidas ayer, los atentados islamistas del 11-M en Madrid sí afectaron a la demanda turística entre los meses de abril y junio.

Por su parte, los sindicatos han advertido de que los datos del Inem ocultan algunas prácticas empresariales que, si no son ilícitas, al menos son reprobables: despiden a trabajadores durante el verano a sabiendas de que recibirán prestaciones públicas y los reintegran a la plantilla durante el último trimestre.

El Gobierno avisó la semana pasada --y el Banco de España lo confirma-- de que el crecimiento de este año estará por debajo de las previsiones que hizo el anterior Ejecutivo del PP. Suficiente para encarar el nuevo curso con cautela y no con la euforia triunfalista de otros años.