El nuevo equipo de Gobierno (PP-ARB) surgido tras la moción de censura (también conocido como el Pacto del hormigón) ha presentado sus credenciales. En el último pleno se expusieron 5 proyectos que coinciden de una forma o de otra con la misma agencia de una conocida y poderosa empresa constructora de esta provincia.

Vivimos el tiempo de la clonación. Ya explicaremos los detalles de tanta coincidencia, Acaso no haya mayor misterio que el de la sana convergencia de intereses entre una potente mercantil y la casa de todos que se supone es nuestro Ayuntamiento. Sea como sea, de momento sí que resulta inaplazable manifestar algunas cosas sobre una de las intenciones vertidas por quienes ahora mandan. Por lo visto se va a reclasificar el suelo del antiguo trazado del ferrocarril en su tramo urbano (plaza de la estación y aledaños) para permitir la ubicación de grandes centros comerciales y edificación en superficie. Les recuerdo que el anterior equipo de Gobierno había encauzado la remodelación de ese espacio neurálgico de nuestra ciudad como un referente de un nuevo urbanismo a escala humana. Un nuevo diseño de ciudad en donde los grandes espacios verdes y las avenidas peatonales asuman el máximo protagonismo en favor de las personas. No queremos un santuario de los mcdonals, los establecimientos de comida rápida y de no sé qué complejos en favor otra vez de la cacareada cruzada para recuperar el turismo perdido. Con la cementera no se recupera nada. Con la cementera relegamos al peor enfoque para garantizarnos la prosperidad colectiva. Además, este planteamiento constituye un desprecio a todo el trabajo desplegado por el anterior equipo de Gobierno.

Conscientes de que nos jugábamos como ciudad tal vez la última oportunidad de hacer bien las cosas en materia urbanística, participamos en un prestigioso concurso internacional de ideas para diseñar el citado emblemático espacio de Benic ssim. Se trata del Celebration of citis promovido por los colegio profesionales de arquitectos de España, la Asociación Internacional de Arquitectos y la Unesco. Resulta que ganamos la fase autonómica y la española. Resulta que presentamos en sociedad el proyecto ganador. Resulta que lo presentamos al ministerio como ejemplo de una actuación singular en el conjunto del estado. Resulta que lo entienden perfectamente y que hasta todo un ministro viene a conocer sus detalles in situ y muestra su predisposición a cooperar en su desarrollo y ejecución. Resulta que la deslealtad institucional y la servidumbre a los propósitos de los de siempre puede pesar más que todo lo que he dicho. La recalificación de suelo no sólo representa un desprecio hacia todo el trabajo realizado en el último año y anunciado hace una década cuando firmamos que todo ese suelo pasaría a ser del pueblo. El cambio de planes constituye también una provocación para el pequeño comercio local y sus esperanzas de supervivencia.

El bulevar ha de ser una referencia de identidad colectiva, la joya de la corona del nuevo diseño urbano, un espacio público a modo de hito arquitectónico de la nueva ciudad el siglo XXI. Esa es la ambición colectiva de la que siempre hemos hablado algunos. ¿Por qué no se suman a esta manera de ver las cosas y de pensar en el futuro de Benic ssim? ¿Por qué destruir nuestro proyecto si tenía todos los avales para triunfar? No permitiremos que le hurten al pueblo el más emblemático de sus espacios. No consentiremos que se convierta, recordando a Sabina, en el Bulevar de los sueños rotos. No dejaremos que nos rompan el futuro. Ese espacio debe ser, salvando las distancias, nuestro Hipark. Debe ser para los benicenses lo mismo que el viejo cauce del Turia para los valencianos. Un orgullo y no un negocio.