Los articulistas de los principales diarios españoles tienen prisa para definir el nuevo curso político, que parte de los exámenes electorales de marzo y junio. Dice Xavier Tusell sobre los socialistas en El País: "Se les votó para que cambiaran el clima político, reformaran la Constitución en materia de organización territorial del Estado, elevaran algo el nivel de calidad de nuestra democracia e introdujeran algunos cambios en la política social. No parece mucho ni tampoco para mucho tiempo". Lo corrobora con otro dato: "Las recientes declaraciones de Ruiz-Gallardón y de Piqué testimonian que no sólo Piqué y AnaPastor son plenamente conscientes de la necesidad del cambio". Con citas de Josep Pla ("antes comparábamos un sofrito de cebolla con las estrellas; ahora comparamos las estrellas con su sofrito de cebolla") sugiere que la nueva generación ha de ser "sencilla, escueta, pegada a la realidad, sobria y efectiva". Asignatura pendiente: "Conviene que de cara a septiembre el PSOE haga desaparecer los dos signos más evidentes de sobrevaloración de la victoria. El ejercicio de la bisoñez que ha dado lugar a algunas perlas memorables y la práctica del sectarismo".

Del consejo a la desconfianza. La pone Manuel Martín Ferrand en Abc: "Progresista o reaccionario, que ambos extremos pueden cursar con excelencia, o sin ella, el Gobierno de Rodríguez Zapatero, ya incorporado a sus tareas, debe enfrentarse a un curso difícil, en un momento complejo y en el desamparo de una minoría parlamentaria que, incluso entendiendo como sólida su coalición