La bolsa de la basura que depositamos cada tarde en el contenedor puede tener su final de etapa en un vertedero situado a centenares de kilómetros. No es que no existan servicios más cercanos, es que tanto la Conselleria como el Diputación siguen mareando la perdiz, unos por no acabar de establecer y definir los planes zonales que, como es de rigor, servirían para acoger los residuos de cada zona en la planta de tratamiento, y otros por no adecuar vertederos que son de su competencia .

No es de recibo que ahora la bolsa de basura tenga que ir desde la Pobla de Benifass al vertedero de Vilafranca o que la Vall y Moncofa tengan su destino en la provincia de Alicante. Igual que tampoco debería seguir existiendo el problema de falta de tratamiento de residuos en vertederos habilitados para ello (caso de Cortes de Arenoso) y únicamente sirvan de depósito de toneladas de desperdicios. Algo sigue fallando.

Si no se pone pronto solución al problema de los residuos, los vertederos alegales serán cada día mayores --sin culpa alguna de los municipios, que ya hacen bastante con buscarse la vida-- y la basura nos inundará.