José Llorens de Clavell (1670-1734) forma parte de la historia de Castellón como protagonista y como cronista de la misma. Era oriundo de Nules por parte de padre (boticario en Castellón), y de Almenara por la de su madre. De la mano del notario Jaume Cases, que tenía estudio abierto en la calle del Diner i la Mealla, aprendió la preclara arte de notaría, que ejerció por su cuenta desde 1683. Su vida se reparte en dos siglos y bajo dos dinastías, con la guerra de Sucesión en medio, de la que fue testigo y víctima. En 1707, fecha significativa, fue suspendido en el oficio, en el que fue repuesto en 1710 como escribano de la nueva institución municipal. Las páginas finales de sus protocolos las llenó de notas históricas, y como secretario del Ayuntamiento desempeñó el trabajo de archivero y cronista. Una gran parte del Llibre Vert del Archivo Municipal (iniciado en 1588) la llenó Llorens con interesantísimas anotaciones.

Aparte de esto, dejó escrita una "Crónica de Castellón" que permaneció en paradero desconocido hasta que fue transcrita y publicada por Guinot Rodríguez en 1990.

El nombre de nuestro cronista se halla íntimamente ligado a lo que durante siglos se ha dicho acerca de dos temas fundamentales de la historia de Castellón: los orígenes y fundación de Castelló de la Plana, y el hallazgo de la imagen de la Mare de Déu de Lledó. En ambos casos sus narraciones fueron aceptadas sin crítica en Castellón, hasta que las modernas investigaciones han ido introduciendo oportunas rectificaciones. En cualquier caso hay que agradecer el trabajo de nuestro primer cronista.