Pese a las crisis que azotan repetidamente la agricultura en la provincia, son muchos los que apuestan por la diversificación de cultivos y por dar salidas dignas a un oficio que ha sido y sigue siendo uno de los pilares económicos más importantes de la provincia de Castellón. Al tiempo, los citricultores castellonenses están viviendo una de las peores campañas y todo parece indicar que en la superproducción radica la causa de los reducidos precios de compra-venta. La lluvia persistente se suma a las dificultades por las que atraviesa la temporada citrícola. Es en las comarcas de interior de la provincia donde se está llevando a cabo la experimentación con nuevos productos, como son el aloe vera, las plantas aromáticas y las carrascas truferas, productos que a juicio de los expertos aseguran la rentabilidad.

Fundamentalmente, los nuevos cultivos sirven para asentar en las zonas rurales a jóvenes que se dedican a la agricultura. Con el objetivo de potenciar y regular la agricultura ecológica, también el Gobierno valenciano está redactando un plan estratégico. En cualquier caso, lo que está claro es que la Administración ha de tomar partido para diversificar el sector agrícola castellonense.