Al exvicepresidente socialista Alfonso Guerra González (Sevilla, 31-5-1940) le brillan los ojos de republicanismo cuando inaugura una exposición con fondos documentales de la Fundación Pablo Iglesias que él preside desde 1997. Anteayer, en el barcelonés Palau de la Virreina se estrenó una muestra de 118 carteles de la guerra civil. "La República --dijo-- era una llamada a la ilusión". Desaparecido Franco, no reapareció la República, sino la Monarquía. Pero los viejos republicanos nunca mueren. Guerra es diputado desde las elecciones del 15-J de 1977. A raíz de su dimisión del Gobierno (12-1-1991) --después del caso Juan Guerra--, fue perdiendo fuerza y amigos. En el 2000, los guerristas --su gente más afín-- disputaron la dirección del PSOE al barón autonómico Bono y al cachorro Zapatero. Perdieron, pero fue una derrota relativa, porque impidieron que ganara el otrora guerrista Bono. Eso explica las buenas relaciones de Guerra y ZP. "A Zapatero lo veo cada día más convencido de posiciones progresistas. Cree más en el socialismo que los que gobernaron anteriormente". Excepto él mismo.