Las almas serán juzgadas, quien haya seguido a Spenta Mainyu, hijo del Dios Único Ahura Mazda, Señor de la Sabiduría, cruzará el puente y llegará al paraiso. Los partidarios de su hermano gemelo, Angra Mainyu, que eligió voluntariamente la mentira, caerán al infierno. El único Dios y este dualismo ético, son los dogmas básicos, recogidos en los Gathas, de la religión fundada por Zoroastro o Zaratrusta, 500 años antes de la guerra de Troya. Predice la aparición de Jesús 1000 años más tarde. La practicaron caleos, medos y persas, su rey Dario I el Grande la hizo oficial. Aún hoy tiene algunos seguidores en Irán y muchos en la India, los parsis radicados alrededor de Bombay. La doctrina del bien y del mal ha llegado hasta nuestros días en la famosa obra de Nietzsche Así habló Zaratrusta. "A nadie le preocupas en el mundo, nadie vendrá a salvarte, para sobrevivir ponte a hombros de otro si es necesario"; proclamó la muerte de Dios, pero Dios no le hizo ni caso, cada día está más vivo en el corazón de la mayoría de los hombres y donde mora como dueño y creador del Universo.

No hay ninguna acción condenable que no esté fundada en la mentira. Quien estafa, roba, viola, mata o lesiona, parte de la mentira, proclamando el mal sobre el bien. Los que quieren destrozar la memoria de Aznar, para que no les empequeñezca, no han podido negar su inmensa obra dentro de España y en el exterior, porque si aquí hay diez millones de ciudadanos, que así lo reconocieron en las últimas elecciones y cada día son más, en el exterior la figura de Aznar se agiganta por momentos. La única salida que tienen sus enemigos, es decir ¡mintió! y repetirlo mucho.

El pequeño Bambi compareció el lunes día 13 en la Comisión de Investigación del 11-M y presumió de valiente, él que dejó colgando a los aliados de España y se llevó las tropas de Iraq sin darles explicaciones. Cuando le preguntaron por los 26 cargos políticos de IU y del PSOE, la mayoría de éstos, que con nombres y apellidos está investigando la justicia, por promover las manifestaciones, ante sedes del PP, el día de reflexión previo al 14-M, violando uno de los más sagrados preceptos democráticos, el pequeño Bambi no dio la cara. Recogiendo palabras de Aznar, concretó: "Los que idearon, organizaron y promovieron el 11-M, no están en desiertos lejanos, ni en montañas remotas, sino en Lavapiés". Volvió a mentir. En Lavapiés estaban los machacas que pusieron las bombas. Las cabezas pensantes, a buen seguro, residen en otros barrios.

Nos dijeron que el cerebro del 11-M era el Egipcio, detenido en Milán, a quien grabaron una conversación donde se decía creador y organizador de la masacre. Han pasado los meses y detenido, cortesía de Italia, ha venido fuertemente custodiado a España. Al bajar del avión todos hemos visto la expresión de su cara. ¡Ese tío no es capaz de organizar nada medianamente complejo! Ahora nos dicen que compartía un móvil con otros tres de Leganés.

Entrando en Internet se obtiene, en diversos sitios, el discurso de Zapatero, incluso sus respuestas a los portavoces de los grupos parlamentarios. Pueden imprimirse, no sea que desaparezcan en el inmenso mar digital, y guardarse en una carpeta que se tenga a mano y, cada vez que hable ZP, sacarlo y en el párrafo correspondiente, con rotulador rojo, anotar: mintió. A quien logre tachar todos los párrafos de su discurso, no le darán un viaje al Caribe, pero tendrá la satisfacción de saber que el mentiroso no cruzará el "puente de la discriminación" y caerá en el infierno de Zaratrusta.

Antes de desearles Felices Navidades, a él también y al Egipcio, ¡a todos! porque el Niño así lo quiere, hay sin contestar una pregunta que se hace el 80% de los ciudadanos. ¿Por qué no sigue la investigación? ¿De qué tienen miedo? ¿O pavor? Si sabe la contestación, ¡pásela!