Miles de agricultores protagonizaron ayer en Valencia un nuevo episodio en su lucha contra la peor campaña citrícola de la historia, entre ellos cientos de citricultores de Castellón, que reivindicaron las 13 medidas necesarias para la reactivación del sector: regulación mediante normativa de los precios de venta, prácticas comerciales leales, seguro de compensación de renta, adecuación a la fiscalidad...

Una protesta dirigida a las diversas administraciones, tanto autonómica como estatal, en la cual los citricultores tienen gran parte de razón en sus argumentos, pero que vienen motivadas por una desastrosa campaña, cuando en verdad los problemas que afectan a la citricultura valenciana en general son estructurales y no sólo coyunturales.

De hecho, cierto es que las distintas administraciones tienen la palabra a la hora de buscar soluciones que dignifiquen los precios de los cítricos, pero los empresarios y las organizaciones agrarias tienen pendiente una profunda reforma del sector, unas nuevas directrices que puedan dar soluciones y hacer frente a este tipo de situaciones desastrosas para la economía provincial.