Ha sido desarticulada en las localidades barcelonesas de Sant Andreu de la Barca y Mollet del Vallés una posible célula terrorista islamista naciente. Los expertos creen que estaba negociando la compra de explosivos para su primer gran atentado.

Tranquiliza la intensidad de la actuación policial desde el 11-M, acompañada de muchos aciertos. Esta vez el trabajo conjunto del nuevo Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista, los servicios secretos de España y otros países, la Policía, la Guardia Civil y los Mossos d´Esquadra han logrado un éxito preventivo. Algo cambia, frente a la descoordinación e imprevisión anterior. Desde el pasado mes de marzo han sido detenidas cerca de 120 personas en relación con los atentados de Madrid o como sospechosas de intentar reorganizar nuevos grupos terroristas.

Tantos buenos resultados subrayan, también, un elevado activismo. En España surgen continuamente grupúsculos de radicales fanáticos que rechazan nuestro modelo social. Esto, además de ser combatido policialmente, exige como antídoto multiplicar los esfuerzos de integración y diálogo, tanto por parte de los ciudadanos españoles como de las comunidades islámicas asentadas en España.