Diversos grupos de comunicación, entre los que se hallan los dueños de Antena 3 y Tele 5, acusan al Gobierno de "amiguismo" y "favoritismo" por sus intenciones, aún no concretadas, de ampliar las concesiones televisivas. Aparte de las televisiones digitales, donde la tecnología permite bastantes más canales de los existentes, lo que no les gusta es la posibilidad de que pronto tengamos más cadenas analógicas nacionales, gratuitas y en abierto. Critican esta iniciativa del Gobierno diciendo que esta ampliación es "innecesaria desde el punto de vista jurídico" y añaden que crea "incertidumbre".

Fue el PSOE, tras varios años de bloqueo por parte de UCD, quien abrió en 1989 la TV a las empresas privadas. Lo que entonces se alabó como una ampliación de la libertad de expresión, ahora es, para esos grupos (entre quienes figuran los que ganan dinero con los canales actuales), innecesario e incierto. ¿Hay menos libertad de expresión con cuatro o cinco cadenas que con tres?

Montilla reafirma que el Gobierno no renunciará a una "mayor pluralidad y a más competencia". Lo que hay que exigirle al Gobierno es eso: que estimule el pluralismo y la competencia, y que reparta con justicia las concesiones.