Responsabilidad han tenido los grupos políticos que componen el Ayuntamiento de Peñíscola a la hora de escoger un nuevo emplazamiento para la construcción de la estación depuradora de la población.

En junio de 2.004, cuando la Conselleria estaba a punto de iniciar las obras de construcción de la EDAR, en el momento que iban a levantarse las actas para la expropiación, los vecinos de la zona alertaron al Ayuntamiento de la cercanía de la mencionada infraestructura del núcleo urbano de Peñíscola. Tras el decreto de Alcaldía suspendiendo la expropiación, ratificado en sesión plenaria de fecha 25 de junio del año 2004, remitimos un oficio a la Conselleria informándoles de la situación y nos pusimos a trabajar en nuevos emplazamientos.

La situación no era fácil, ya que nos encontramos con un proyecto redactado y unas obras adjudicadas a la empresa AZVI, cuya ejecución iba a ser de inmediato. Un nuevo planteamiento iba a retrasarlo todo. La declaración de impacto era favorable pero la sensibilidad social de alarma, debido a la cercanía de la misma respecto de las urbanizaciones que se encuentran a la entrada de nuestra población, también era evidente. El Ayuntamiento pidió un informe a la Conselleria de Territorio y Vivienda, que durante el mes de marzo nos contestó diciéndonos que podíamos seguir adelante en el lugar inicial. No se había perdido el tiempo.

Mientras tanto, la revisión del PGOU, en trámite, dejaba enclavada la EDAR en el corazón del futuro crecimiento urbanístico de Peñíscola, proliferándose en sus cercanías nuevas urbanizaciones y establecimientos turísticos abiertos al público, tres campings, concretamente.

La anterior corporación municipal, en la que teníamos representación, a petición del grupo socialista, cambió la primera ubicación de la planta, acertadamente, por cierto, al encontrarse cercana igualmente a urbanizaciones y prácticamente en la marjal. Hubo consenso y las tramitaciones posteriores iban aprobándose por unanimidad.

En este segundo cambio hemos dado una lección de consenso, de diálogo, de participación, de responsabilidad. Los temas de "Estado" o de "Municipio" deben de hablarse, y no recuerdo en la corta democracia en el Ayuntamiento de Peñíscola a los cuatro grupos políticos que lo componen estar sentados en una misma mesa, en rueda de prensa, unidos por Peñíscola. No es cuestión de "medallas", es señal de que ha imperado el sentido común. Ahora ya tenemos una nueva, y a juicio de todos una mejor localización, en terrenos municipales, enclavada entre las infraestructuras del corredor del Mediterráneo (A7, N-340 y vía férrea) y lindando con la rambla de Alcalá y con el actual vertedero de residuos urbanos. Esto es sólo un inicio, nuestro objetivo será continuar trabajando, desde el consenso, para que la Conselleria trate de agilizar el nuevo proyecto, que según la Dirección General de Obras Hidráulicas, dispondrá de una mejor tecnología y permitirá que las aguas depuradas sirvan para regar los cultivos y los futuros campos de golf. Ojalá no sea la última vez que en Peñíscola vayamos todos a una.