Los resultados de comercio exterior del mueble en Castellón en el ejercicio 2004 confirman, al igual que está ocurriendo a nivel autonómico y nacional, la pérdida de competitividad de este sector.

En el caso específico de esta provincia, la exportación de muebles ha alcanzado los 73,9 millones de euros, cifra que supone un descenso del --3,8% respecto al 2003--, y que contrasta con el crecimiento de las importaciones, cifrado en un 11´6%.

Un análisis de situación nos confirma que el sector del mueble se encuentra inmerso en una recesión que, por sus características, puede ser calificada de estructural. Una recesión que afecta más allá de las fronteras nacionales, a nuestros principales países competidores como Alemania, Italia o Francia.

En la actualidad es evidente que el modelo de industria tradicional debe evolucionar y que la necesidad de una reconversión y reestructuración en el sector del mueble es fundamental para la supervivencia y el crecimiento de las empresas.

En este sentido, dos aspectos van a incidir en gran medida en el devenir de este sector: por un lado, el cada vez mayor convencimiento sobre que el futuro del mueble no pasa por producir (otros países pueden producir y producen con niveles de calidad muy similares y con costes muy inferiores a los nuestros).

Así, las empresas deben orientar sus estrategias hacia fórmulas distintas como son la externalización, la cooperación empresarial (no sólo con proveedores y clientes, sino también con competidores) o la multilocalización, entendida no sólo como búsqueda de mercados, sino también como creación de una red global de proveedores.

Por otro lado, es vital estar muy atentos al proceso de concentración que se está produciendo en el área de la distribución, ya que puede llegar a ser el mayor problema al que haga frente nuestro sector.

Hablar de claves de competitividad es hablar de la necesidad de afianzar las variables tradicionales (relación calidad-precio, variedad de estilos y adaptación a la demanda) y junto a ello: apostar por la diferenciación; reforzar la imagen de marca; potenciar las áreas de Innovación y Diseño; mejorar el servicio al cliente; flexibilizar las condiciones comerciales; incrementar la inversión en redes comerciales; inaugurar comercios propios o establecer alianzas con la distribución, entre otros.

Por las características del sector del mueble --formado en su mayoría por pymes--, las empresas difícilmente podrán asumir los costes de adaptación que requiere su reconversión o reestructuración, y por ello hoy más que nunca se precisa del apoyo de las instituciones públicas y las asociaciones sectoriales.

El cambio se presenta como un imperativo para el futuro del mueble y la unión de sinergias entre todos los que formamos parte de este sector una base fundamental para lograr recuperar los niveles de competitividad perdidos.