as nuevas leyes disponen que la Generalitat tenga más competencias para controlar el urbanismo. Esto es, que el conseller Rafael Blasco, titular de Territorio, Vivienda y Medio Ambiente (todo un gobierno en si mismo), será quien decidirá finalmente sobre el destino de los millones de metros cuadrados a urbanizar en la provincia de Castellón.

Digan lo que digan los ayuntamientos en Blasco está la llave. Y a la vista de como nos ha ido en los últimos años la conclusión nos favorece poco. Porque los proyectos se amontonan en alguna mesa de Valencia y de ahí no pasan. Vamos, que de aquellos famosos campos de golf no hay ni las pelotas

Pero ese retraso, cuya responsabilidad no es sólo de Blasco sino también de los ayuntamientos que se enredan con los papeles, provocará que los miles de apartamentos a construir se pongan a la venta en los mismos años, allá para el 2008 o 2009. ¿Habrá tantos compradores como apartamentos se van a construir? la caja

a lo decía ayer. El que xiule, capaor. Eso es lo que está haciendo Maragall para conseguir la mitad de la caja. Una hábil estrategia maximalista para conseguir el 25 por ciento. Muchas voces incluso en el seno del PSOE han salido en contra de este alarde, pero si hay café que sea para todos.