La fiebre por la cirugía estética se ha extendido hasta Castellón. El fenómeno que se venía detectando progresivamente durante los últimos años, se ha constatado con la llegada del calor. La operación bikini se ha puesto en marcha y las clínicas reciben un mayor número de clientes de lo habitual. El culto al cuerpo no pasa sólo por los gimnasios.

Operarse de los pechos y de la nariz o someterse a una liposucción están a la orden del día más allá de tabús. Incluso hay quien se atreve con el estiramiento de pene. Y lo que podría resultar sorprendente hace algún tiempo es, hoy en día, una realidad: la distancia entre hombres y mujeres se acorta más.

La opción de pasar por el quirófano para conseguir un cuerpo mejor o para retocar una imperfección física pasa por la libre decisión de cada cual, pero los juzgados de toda España están llenos de denuncias contra supuestos profesionales de la medicina, cuyas aptitudes quirúrgicas dejan mucho que desear. De ahí que las propias clínicas aconsejen informarse bien antes de ponerse en manos de médicos piratas y denunciar los casos de actuaciones ilegítimas. Con la salud no se juega.