La yaya le está enseñando a soplar, pues, pronto ha de apagar una tarta con dos velitas. Su padre le ha llevado esta mañana a la guardería, ha gimoteado un par de minutos, pero enseguida se ha integrado con sus primeros amigos. Ha iniciado un largo camino que acabará, muy probablemente, en una universidad. Sus padres, sus abuelos, todos quieren lo mejor para Hugo, harán lo posible para que tenga una vida feliz, sin excesivos sinsabores.

Mientras, un eclipse de sol oscurecía Castellón. El anterior ocurrió en 1.764 y no volverá a repetirse en 21 años. Para entonces Hugo estará acabando sus estudios. ¿Qué será entonces de este viejo país, con 2.000 años de identidad y 500 siendo una nación, la más vieja de Europa? En nuestra Comunidad se están multiplicando los casos donde los dos partidos mayoritarios colaboran para el bien común, lo único que justifica el sueldo de cualquier político. Sin embargo, el iluminado ZP se mete en charcos que nunca debió pisar. Eso está bien para Hugo, cuanto escampa tras caer cuatro gotas, este año no llueve en serio, sale al jardín y con sus pasitos chapotea donde ve agua. Estamos sufriendo la sequía más dura que se recuerda en 120 años y, aún así, el Ebro arroja al mar diez millones de metros cúbicos de agua cada día. Diez veces más de lo que necesitamos los valencianos. Marcelino de Aragón dice que no tiene suficiente agua para sus pueblos. Carod-Rovira nos quiere conquistar, para hacer "els Paisos Catalans", rindiéndonos por sed. En su Proyecto de Estatuto se atribuye derecho a veto en los asuntos sobre ríos. ¿Están locos?

Hace 25 años, tras 40 de paz vigilada, sin libertad, los españoles se encontraron el futuro en sus manos y decidieron olvidar para siempre el pasado, darse una nueva Constitución, la de más largo recorrido en nuestra historia, basada en la unidad de sus territorios y ciudadanos, gobernados mediante autonomías y ligados por la solidaridad, que ha dado frutos de prosperidad envidiable en lo económico y en las relaciones humanas. Pero el iluminado que se mete en los charcos ha decidido mandar al garete todo eso. Ha alentado y salvado el Estatuto Catalán que a los catalanes de a pie les importa un pito. Sus redactores, sin autoridad para ello, quieren gobernar a los castellonenses por un nuevo sistema no conforme con la Constitución, sin pedir nuestra opinión. Hasta ahora se hacían con un supuesto 3%. ¿Conocen el bonito truco de un capitoste catalán? "Queda invitado a la exposición de pinturitas de fulanita" (su mujer). Al precio de tres ó cuatro millones por paisajito, se vendían todos. ¡400 millones dio de subvención a uno de los coleccionistas! Quieren quedarse con un pastel más grande y, como las multinacionales les huyen y muchos ya no compran productos catalanes, tratan de arramblar con lo que pueden. Con la OPA de La Caixa pretenden distribuir gas y electricidad a todos los españoles. Los impuestos los cobrará el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat Catalana, pero nos los repercutirán a todos en los recibos del gas y de la luz. No están por mejorar el bienestar de los catalanes, solamente luchan "pels calés". "Calés p´a ells".

A la hora de comer, la mamá de Hugo ha ido a recogerlo. Ha salido contentísimo, se lo ha pasado en grande. No le han dejado mirar el eclipse, pero le han pintado un sol en la mano. Muchos están dispuestos a superar el eclipse nacional, que nos ha fabricado ZP, a pintar un sol en la mano de cada español, a levantar la bandera que tiene secuestrada y escondida y a mandar a paseo a los desaprensivos que al norte de Vinar²s, nos quieren colonizar. Los catalanistas que se olviden de incluirnos en su sueño de "Paisos Catalans", pondremos barricadas en el río Cenia ¡que se han creído! No patrullaremos como los desarmados soldaditos de Bono en Melilla, nos armaremos de Historia, de Leyes, de sentido común, con la Constitución en la mano. ¡Tal vez no seamos más, pero somos mejores! ¡Venceremos!

Abogado