Google, el buscador de internet, proyecta crear en la red la madre de todas las bibliotecas, la que contenga virtualmente todo lo acumulado en las demás, ha empezado por la de las universidades de Harvard, Stanford, Michigan, Oxford y la pública de Nueva York. La idea es magnífica, culturalmente trascendental, acceder a infinitas fuentes de información desde tu ordenador instantáneamente es algo que facilitará enormemente todo tipo de estudios como de hecho ya sucede.

Sin embargo, nunca llueve a gusto de todos. Se objeta que el material no estará adecuadamente seleccionado ni organizado y se producirán fragmentos descontextualizados, para algo está el buen criterio del investigador. El principal obstáculo será el enorme volumen de material a escanear, labor que, si no se coordina adecuadamente, sería casi imposible. La idea no es excluyente, algunos somos ratas de biblioteca y el contacto directo con el libro o documento, encuadernación, papel, conservación, etc. te dice muchísimas cosas y en fenómenos similares vemos como el DVD no ha matado al cine.

Más problemas plantean los derechos de autor, que habrá que respetar, aquí la negociación y el sentido común tendrán que conciliar intereses y más vale estar organizados que el pirateo que hoy impera. El imperialismo cultural anglosajón que daría un paso adelante es otro de los temas a limitar, no se puede renunciar a las diferentes tradiciones culturales y lingüísticas de Europa ni de otras culturas que deben integrarse. El chauvinismo francés ya esta organizando, desde el poder público una iniciativa similar con la colaboración de otros países europeos, entre ellos España, bienvenido sea si es para unir y no para obstruir. Quieras o no es el futuro.