Estas fechas son un pretexto ideal para convocatorias y encuentros en los que, amén de confraternizar, la gente suele sincerarse y pensar en voz alta. Es el caso de la CEC, la Confederación de Empresarios de Castellón. En su cita navideña con los medios de comunicación, ayer, no faltaron las reflexiones en torno a uno de los grandes enigmas que persisten sin resolverse en nuestra provincia. ¿Cómo una tierra tan dinámica y emprendedora como la nuestra sufre tantos retrasos en la concreción de todas las infraestructuras y proyectos públicos pendientes?

Es curioso, pero, puestos a hacer balances --por otra parte tan usuales al terminar el año-- sobre la evolución de la agenda de temas que importan a nuestra socioeconomía, la conclusión roza el siniestro total. Da igual que dependan del Gobierno autonómico (PP) o del central (PSOE). Sea por el motivo y la excusa que sea, seguimos sin terminar la autovía de La Plana, sin culminar los accesos al puerto, sin desbloquear el aeropuerto, sin las variantes de la N-340, sin el AVE, sin el agua tranquilizadora, sin... Ojalá que futuros y no lejanos balances nos permitan brindar por la satisfacción real de las cosas pendientes. Castellón merece esto y mucho más.