Nueva reunión del Ministerio de Industria pero pocos avances. El encuentro que ayer mantuvo el titular de este departamento, José Montilla, con el conseller de Infraestructuras, Transporte y Energía, José Ramón García Antón, sirvió básicamente para dejar bien claro --si es que aún había alguna duda-- de cuál es la postura del Ejecutivo con respecto a la supuesta liberalización del mercado gasístico y la problemática que genera en el azulejo.

La única conclusión es que el sistema de tarifa comenzará a desaparecer a lo largo del año 2006, situación que pondrá a las empresas cerámicas en manos de las pocas distribuidoras de gas natural que con la actual legislación siguen en el mercado --y que son precisamente aquellas que han salido más fortalecidas--. El resultado ya es de sobra conocido. Un oligopolio que está marcando unas subidas de precios en el supuesto mercado liberalizado que dejan tiritando, y no de frío, a los empresarios de un sector puntero mundial.

El sálvese quien pueda se impone. Ya veremos en las próximas semanas cómo se digiere este polvorón que, en plena Navidad, se le ha indigestado al azulejo. Muchas palabras, pero pocos resultados en favor de 26.000 empleos directos.