Queda un año de legislatura, lo que es lo mismo que decir que falta un año para las próximas elecciones municipales. Ya hay, desde hace algún tiempo, "ruido de sables". En Almassora, por supuesto, también. Hay gente interesada en abrir ya el debate electoral, y se aprovecha, porque parece que todo vale para desgastar, tergiversar, incluso, descalificar al adversario político.

Llevamos apenas tres años de legislatura y ya son muchos los proyectos y actuaciones realizadas o a punto de hacerlo. Si oímos a nuestros contrincantes políticos, nada o casi nada se ha hecho, pero es evidente la pujanza y vitalidad de una Almassora que está "de moda" y que avanza con decisión hacia una modernidad propia de los años que vivimos y de la zona metropolitana donde nos encontramos.

Esta legislatura será, sin duda, la que más avances llevará a nuestra zona costera. Las obras de regeneración de nuestra costa son ya una evidente realidad, como lo son la instalación de los colectores de pluviales que, esperamos, resolverán el principal problema de nuestra zona costera, las inundaciones. Pero también se ha trabajado en la mejora de servicios, generación de plazas de aparcamiento, mercado de los sábados, reordenación del tráfico, etc, que han dado un nuevo impulso a esta zona tan apreciada de nuestro término municipal.

La vitalidad y crecimiento de nuestra ciudad va acompañada de una mayor oferta de instalaciones deportivas. O de instalaciones culturales, como la remodelación del Auditori; o de ámbito social, como las nuevas oficinas de Servicios Sociales, o el remodelado Centro Social de la Tercera Edad, o la ampliación de plazas en la Residencia de la Tercera Edad.

Las peatonalizaciones de las calles de acceso a los centros escolares, o la inminente construcción de los nuevos colegios Hermanos Ochando --obras ya licitadas--, o Errando Vilar, son otros hitos importantes en la mejora de las instalaciones educativas.

Nuestra clara apuesta por la revitalización de la Vila, con actuaciones de mejora en el campanario e iglesia de la Natividad, o el remozamiento del Museu con la instalación en el mismo de la Oficina de Turismo, y la inminente restauración del edificio del antiguo ayuntamiento, es una evidente realidad, que ha ido acompañada de la instauración de ayudas para que los propietarios de edificios en la Vila tengan incentivos para su recuperación.

Y el impulso al comercio local no ha sido sólo palabrería. La reforma del Mercado Municipal y las previstas actuaciones en la zona centro han de ser el punto de partida para una nueva configuración comercial de nuestras calles, que inviten al peatón a salir a comprar en Almassora.

Es imposible, por espacio, ser exhaustivos, pero es obvio que se ha hecho mucho en estos tres años. Seguiremos trabajando para cumplir lo que prometimos --y respaldaron los vecinos-- en el 2003. Esa es la verdadera grandeza de la democracia: más del 50% de los vecinos nos encargaron el Gobierno municipal y seguiremos haciéndolo mientras nos mantengan esa confianza. Dentro de un año, los vecinos decidirán si nos suspenden o nos aprueban. Mientras tanto, a trabajar por Almassora. Nosotros así lo haremos.

Alcalde de Almassora