Cuando un Gobierno, como el de Zapatero, promete, promete y es capaz de decepcionar hasta a sus socios, véase Carod y compañía, es que no es de fiar, pero además algo grave se cuece desde dentro.

La escenificación del triunfo de la izquierda, o mejor dicho del movimiento anti-PP, fue digno de liga de campeones, pero parece que ahora se ha demostrado que en esa liga hubo doping.

Lo cierto es que Zapatero apostó desde el segundo uno de su mandato por Carod, no dudó para ello en machacar a la Comunitat Valenciana en aquello que más falta le hacía, y en una muestra de su talante, por decreto, como sólo los que temen a la ciudadanía lo hacen, derogó el trasvase de aguas del Ebro a nuestra comunidad en un gesto de lealtad infinita y muestra de cariño.

El tiempo ha dado la razón a quienes siempre hemos pensado que detrás del rechazo socialista al trasvase del Ebro, sólo y únicamente, existía una motivación política, y no un convencimiento basado en criterios razonables o de sostenibilidad, y por tanto, la moneda de cambio que sirvió para formar gobierno debería ser devuelta, salvo que al Gobierno socialista le preocupe tan poco la Comunitat Valenciana que siga queriendo negar el agua para frenar el desarrollo de una Comunidad y de un pueblo que es ejemplo de impulso y progreso.

Por tanto, el tripartito ha quedado en tri-nada, y Zapatero, una vez más, descolocado en la foto. Pero, claro, el aparato mediático del PSOE, que eso sí que funciona, y hay que ver cómo, ha puesto en marcha el ventilador y cada noticia que sale que hace tambalear los cimientos socialistas se contraprograma con otra. No se habla de la salida de Bono, ni de la detención ilegal de militantes de PP, se habla del fraude de los sellos o de las supuestas cintas de Zaplana, todo cortinas de humo con la única finalidad de captar la atención de los ciudadanos en temas que hagan olvidar la verdadera dimensión de lo que está ocurriendo en nuestro país. Y por tanto, si el tripartito ya no existe, al menos que la decencia política haga que el peaje del trasvase que pagó Zapatero se libere y vuelva a los valencianos aquello que le es propio y que el Gobierno socialista le quitó como tributo por un sillón.

Concejal del PP en Onda